El bienestar es un proceso no un estado. Es un arte que nos acompaña toda la vida y está basado en pequeños gestos: cada alimento que te llevas a la boca, cada pensamiento que te ayuda a calmarte y ver la vida con otros ojos, cada respiración profunda, cada agradecimiento o cada vez que eliges subir escaleras, caminar o levantarte de una silla.
No creo en la fuerza de voluntad sino en la motivación basada en nuestros valores
Una frase que odio: Es la edad. El paso de los años no está ligado a la enfermedad. Son nuestros hábitos los que nos enferman.
Las enfermedades crónicas no son un destino inevitable. La mayoría están ligadas a nuestro estilo de vida, que determina nuestro estado de salud y vitalidad en un 85%
Para recuperar el bienestar, estudiemos nuestra biología primitiva: ¿Cómo era nuestra vida hace 30.000 años? ¿Qué comíamos y bebíamos? ¿Cómo nos movíamos? ¿Cómo vivíamos en comunidad? ¿Cómo dormíamos y cómo descansábamos?
Mi trabajo se basa en la Medicina Funcional: la relación entre todos los sistemas del cuerpo humano, el trabajo cuerpo-mente y la individualidad de cada persona.
Existe una versión óptima de los seres humanos: con energía, alegría, calma, relaciones positivas y trabajo gratificante. Ser humano significa encontrarse bien y disfrutar de nuestro trabajo, nuestro tiempo libre y nuestras relaciones.
Somos responsables de nuestra propia salud: decide primero cómo quieres vivir, cuál es tu verdadero potencial y después, lee, contrasta información, experimenta y ¡Disfruta con el proceso!
El mayor aliado de mi salud es la calma. Lo establecí hace años como mi objetivo principal y organizo mi vida en torno a él.
La mayoría de los problemas de salud derivan de lo que comemos y lo que comemos puede resolver la mayoría de los problemas de salud.